jueves, 21 de mayo de 2009

SUBPERSPECTIVA




- … y esto hacen diez- Maria cogió el euro que le devolvía la vendedora y se lo metió en el bolsillo mientras se encaminaba al quiosco.
- El periódico por favor.
- Sí nena, con un euro más te llevas una película.
María sacó el euro que levaba en el bolsillo para dárselo al quiosquero, quien a su vez se lo guardó en su bolsillo derecho de su bata de trabajo. Ya había hecho caja así que tendría que añadirlo en el libro de cuentas del día siguiente. A la media hora cerró su quiosco y con la bata puesta entró en el bar a tomarse un café.
- ¿Cómo andas Miguel? – le preguntó el camarero al otro lado de la barra.
- Así así chaval, como siempre, muerto de sueño.
Miguel se entretuvo una media hora hablando de banalidades con el camarero, un chavalote muy simpático, pensó para sí. Luego se sacó el euro del bolsillo de su bata y lo dejó encima de la barra mientras se despedía saliendo por la puerta.
Paco el camarero lo metió dentro de la caja y siguió sirviendo cafés. A media tarde Eduardo le entregó un billete de 20 euros y le pidió cambio para jugar a las tragaperras.
- Mierda!- dijo Eduardo al cabo de hora y media, cuando se le acabó todo el dinero que había destinado para el juego…hoy no ha habido suerte…
Diez minutos más tarde, Xia lu, conocida como la china del barrio por su ascendencia, siguió jugando a la máquina y aunque no ganó recuperó parte del dinero invertido. Entre todas las monedas estaba el euro con el que Miguel había pagado su café.
- Buenas noches - dijo la china mientras salía por la puerta llevando su recaudación.
Xia lu entró en el bazar dónde trabajaba toda su familia y se dispuso a hacerle el relevo a su hermano. El bazar no cerraba nunca .
- Cámbiame estas monedas por billetes- le dijo Xia lu a su hermano antes que éste finalizara su turno.
- El hermano de Xia lu contó las monedas y le entregó treinta euros en billetes. A los pocos minutos un grupo de jóvenes entraron en el bazar a comprar vasos de plástico. Según le explicaron a Xia lu, estaban celebrando una fiesta.
Xia lu cogió el billete de cinco euros y devolvió los dos euros de cambio a Rosa, la hija de Paquita que por lo visto era la encargada de la fiesta. Rosa le dio las gracias y se fueron para el piso. Al picar a la puerta, una chica les abrió.
- Aquí tienes tu cambio, Maria.
Y le entregó las monedas que Xia lu le había devuelto. María se metió los dos euros en el bolsillo de su chaqueta.

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